Un proyecto estrella
El hotel tiene unas vistas increíbles del Mar Cantábrico y cuenta son 22 habitaciones de lujo que la primera semana de julio ya estaban ocupadas. Asimismo, destacamos que su adaptación a las nuevas circunstancias es tan sutil, elegante y discreta como todo en el propio hotel.
Todas sus comodidades lo convierten en un lugar donde olvidarse de la tragedia que hemos vivido por la irrupción del coronavirus. Los clientes están muy satisfechos con su estancia y los responsables del propio hotel señalan que no imaginaban que la reapertura fuera tan positiva, ya que tanto el restaurante como el hotel tienen un porcentaje muy alto de clientes extranjeros. Sin embargo, los visitantes ahora son nacionales, franceses y europeos.